La tecnología de la tienda más moderna del mundo ya está en Chile y este año debería empezar a masificarse

En la tienda física de Amazon, en Seattle, EE.UU., no hay guardias. Tampoco cajas ni cajeros. Está lleno de productos que la gente mira, saca y se lleva para la casa. Y nadie los detiene.

99% de fiabilidad tiene la tecnología de biometría facial. Las contraseñas, menos del 70%.

Aunque por ahora es solo un prototipo, la idea del gigante de la internet es que esta tienda, Amazon Go, sirva para empezar a masificar “en el mundo real” sus tecnología, y permita que Amazon deje de ser un portal web y entre al mundo físico, con tiendas de conveniencia. Pero su idea es llegar y cambiarlo todo.

Más allá de la logística, el secreto de esta tienda es la biometría facial, que hace que cientos y miles de pequeñas cámaras miren a las personas que van entrando, las relacionen con su cuenta de Amazon y luego las reconozcan cada vez que toman o devuelven algo de la tienda.

Y luego, cuando salgan, les despachen la cuenta a su página personal de Amazon.

Porque la tecnología no requiere que la persona vaya con el celular. Ni que firme nada, ni menos que diga quién es. No, la tienda tiene la capacidad de reconocer a la persona. Por ahora, eso sí, requiere un registro previo en la entrada (un enrolamiento), pero si vuelves, es llegar, elegir y salir.

O sea, eso de que “Amazon te conoce”, se podría hacer realidad, al punto que la tienda podría enviarte publicidad dirigida directamente a ti, tras aprender tus comportamientos de compra porque, literalmente, la tienda te mira cuando estás comprando y se fija en qué miras, y qué devuelves. La tienda te conoce.

Útil en aeropuertos y contratos

Puede sonar tétrico, pero es algo a lo que tendremos que acostumbrar. De hecho, esta tecnología es tan segura que no son pocos los aeropuertos en el mundo que tienen soluciones biométricas. Si ha pasado por Estados Unidos de seguro en inmigración le han pedido que escanee su pasaporte y mire a la cámara.

Eso no es tomar una foto para guardar, lo que la máquina hace es reconocer al sujeto de la foto del pasaporte con quien trata de entrar a ese país, y lo hace porque es más efectiva que el humano que lo hace en otros países, como en el Reino Unido, por ejemplo.

Y en Chile además de las tiendas, la tecnología se está implementando en otras industrias menos vistosas pero que aún así requieren más seguridad y menos papeleo.

Es que, tal como en las tiendas, el estándar de seguridad es un básico para cualquier transacción a esta altura de la vida, pero los ahorros que las nuevas soluciones traen consigo es lo que podría cambiar la manera en que hacemos muchas de las operaciones que hoy estamos acostumbrados a realizar de manera presencial.

Un caso es la firma de contratos de trabajo a distancia, en donde, por ejemplo, el trabajador no necesariamente tiene que ir a una notaría o a la oficina de personal, sino que todo puede centralizarse a través de una adhesión vía móvil y con una selfie.

De hecho, gracias a que todo el sistema está en línea y resguardado por altas medidas de seguridad, es posible verificar y aprobar datos casi de manera instantánea, sin margen de error.

Con un sistema biométrico (dactilar o facial) es posible verificar en línea con las entidades correspondiente la información, sin pedir papeles. Por ejemplo, para contratar productos financieros la evaluación se hace inmediatamente a través de servicios integrados, como el registro civil, y previred, corroborando que la persona es real, que es ciudadano, tiene su carnet vigente y que tiene la remuneración que indica”, dice Danny Vargas, Sales Manager Senior e-certchile, la empresa que entrega el servicio y soporte de soluciones de biometría facial en Chile.

Pero esto no queda ahí, dice Andreas Wiechert von Navay, Gerente General de e-certchile, todo lo firmado queda en custodia de e-certchile bajo estándares internacionales de seguridad, por lo que las dos partes pueden revisar cuando quieran sus operaciones de firma o aprobación de documentos, imprimirlos y presentarlos en otras entidades las que, a su vez, pueden validar que el documento que se presenta sea válido y esté vigente. Y sin costo adicional.

Y esto se puede usar prácticamente para todo: hoy hay compañías que lo usan para contratar trabajadores, factoring que lo usan para liberar fondos a sus clientes y un largo etcétera. De aquí a la tienda queda solo un paso.