Aerolíneas ya están aceptando el chequeo “con una sonrisa” para subir al avión

¿Se ha fijado que cada vez que sube a un avión los asistentes de vuelo revisan que su documento de identificación coincida con el nombre que aparece en su tarjeta de check in?

El uso de este tipo de soluciones basa gran parte de su valor en la rapidez de adopción porque, simplemente, facilita la vida”, dice Andreas Wiechert, de gerente general de e-certchile.

Bueno, ese sistema es muy poco seguro.

No sólo porque cambiar una tarjeta es tan simple como saber utilizar el photoshop, sino que también porque no pocas veces la persona que está haciendo este chequeo manual se ve sobrepasada por la cantidad de pasajeros y no siempre registra todas las coincidencias, con todos los problemas de seguridad que eso puede provocar.

Por eso, y para evitar estas complicaciones es que la británica British Airways comenzó con el uso de la biometría facial como medida de seguridad para este proceso.

Por ahora (sólo se lanzó hace unos días) el sistema opera sobre la base de los datos del pasaporte en la ruta que parte en el Aeropuerto Internacional de Orlando al aeroparque de Gatwick, en Londres.

Tecnología presente en Chile

Con esta tecnología no sólo se eleva el estándar de seguridad de la línea aérea si no que también facilitan las cosas para los pasajeros, porque no necesitan ni el pasaporte ni el chequeo impreso o en su celular: sólo requieren sonreír a la cámara y podrán pasar y ocupar su espacio en el avión.

La prueba durará 90 días y luego se evaluará si pasa a ser un método permanente. Y, por ahora, dicen desde la compañía, casi el 100% de los pasajeros han optando por mirar en la cámara y embarcarse en el avión.

Es que, dice Andreas Wiechert, de gerente general de e-certchile, filial de la Cámara de Comercio de Santiago que trae a Chile la tecnología de la biometría facial, “el uso de este tipo de soluciones basa gran parte de su valor en la rapidez de adopción porque, simplemente, facilita la vida”.

Es que, dice el ejecutivo, en Chile esta tecnología se puede utilizar para firmar documentos y contratos e incluso para solicitar créditos en instituciones financieras, y ahorra tiempo y dinero, permitiendo que la gente solo sonría ante la cámara y, con eso, se ahorra un montón de papeleo.

Al igual que en el avión: el pasajero solo se preocupa de viajar con el equipaje correcto y su vuelo es incluso más seguro.