Así funciona la tecnología que te permite firmar documentos con una selfie
La tecnología busca y valida hasta 123 minucias antes de autorizar una operación. Tras eso los datos se corroboran con la información que ya tiene la empresa y e-certchile y se cruzan otras bases de datos, para dar más seguridad.
La última generación de los iPhones incluye un sistema que permite el desbloqueo del aparato con el rostro.
Hasta el modelo anterior esto se podía hacer con la huella y, antes, con una clave numérica.
99% de fiabilidad tiene la tecnología de biometría facial. Las contraseñas, menos del 70%.
Esta es la evolución natural que tendrá la seguridad que están teniendo todas las industrias, porque la nueva tecnología, además de ser más segura, da nuevos estándares de trazabilidad y de facilidad en las operaciones.
De hecho, cuando Apple anunció la innovación en su último modelo de celular, el ex asesor estratégico, miembro de la NSA y el FBI de EE.UU., Edward Snowden, alabó la tecnología tras el sistema, aunque lamentó lo que llamó la “normalización de la biometría”.
¿Por qué?
Según el experto, con esto se “normaliza esta tecnología”, lo que hace que en un par de años esté presente en casi todos los aspectos de la vida, al punto de que no la cuestionemos y vivamos el día a día con ella.
Y eso, para un hacker que reveló secretos estadounidenses y que, si desea salir de Rusia, que es donde está asilado, su única alternativa es no ser reconocido. Porque si lo es enfrentará cargos penales en Estados Unidos.
Validez de rostro real
Ahora, ¿cómo funciona esta tecnología? Todo parte del principio en que somos únicos e irrepetibles. Con eso en vista, cada parte de nuestro cuerpo se diferencia en grandes o pequeños detalles del resto de las personas del mundo por lo que, con la tecnología adecuada, reconocer a alguien sólo por sus expresiones faciales, que es algo que los humanos hacemos desde que nacemos, no es imposible y, de hecho, es mucho más seguro.
Pero esto no es sólo poner una foto”, explica Domingo Beas, Gerente Comercial de e-certchile, filial de la Cámara de Comercio de Santiago, que implementa esta tecnología para la validación, autenticación y certificación de transacciones a través de la biometría facial, “sino que la firma biométrica sólo se puede realizar tras la validez de un rostro real”.
Este concepto, validez de rostro real, tiene que ver con un nivel de seguridad superior al reconocimiento facial. Es que si sólo se reconociera el rostro, no sería tan difícil poner una selfie impresa al frente de la cámara del laptop o celular para lograr autorizar una transacción.
Y no es así, sino que el programa está diseñado para pedir posturas, gestos y ubicaciones dentro del cuadro visible por la cámara que se esté usando, lo que impide que lo que esté frente a la cámara sea una foto o una persona que no está consciente: hay que seguir instrucciones que nos hacen estar seguros que esa persona está validando su aprobación a un documento.
La tecnología busca y valida hasta 123 minucias, o pequeños detalles, antes de autorizar una operación. Y eso no es todo: los datos se corroboran con la información que ya tiene la empresa y e-certchile y estos datos se cruzan con los que están en distintas empresas y con los que tiene la misma compañía, para dar más seguridad.
Pero hay un paso más y que sólo tenemos en Chile: parear toda esta información con la información que viene de la cédula de identidad chilena que, por algunos años más, usa dos tecnologías que son aún válidas porque, a diferencia de otros países, en nuestro país tenemos dos tipos de carné en circulación (el amarillo y el blanco con azul). Y para cada uno hay que tener una estructura de validación única.
Por eso, esta tecnología tiene potencial de crecimiento internacional, pero la posibilidad que una empresa foránea llegue a Chile se complejiza.
Interesante y mengua las posibilidades de fraudes; ojalá lo podamos incorporar rápidamente a la vida diaria y por el camino ir perfeccionándolo aun más. Felicitaciones a sus creadores.