Biometría facial: El salto en seguridad para las transacciones electrónicas ya está en Chile

¿Tiene una clave y la usa para todo?

Eso es algo que le pasa a millones de personas y que termina afectando la seguridad de todo tipo de transacción electrónica.

123456 es la contraseña más usada en internet. Es también la más insegura.

Para evitar eso es que bancos y otras empresas han comenzado a implementar nuevos niveles de seguridad, como súper claves, segunda clave, etc, que igualmente son vulnerables y sujeto de olvido.

Por eso es que los desarrolladores de estas tecnologías han decretado que la biometría terminará por extinguir las claves, y en algunos años más éstas serán tan anacrónicas como hoy es, por ejemplo, saberse de memoria los números de teléfono de los amigos.

Una sonrisa es más segura (y barata)

La muerte de la contraseña, está cerca, auguran los expertos.

De hecho, contaba en un reportaje The New York Times hace unos meses, hoy “una gran parte de los clientes bancarios estadounidenses verifican su identidad con datos biométricos”, principalmente huellas digitales a través de sus propios teléfonos móviles.

Aún así, explica el Times, cuando las transacciones son de cifras muy altas, los controles suben de nivel y exigen más que la huella.

“Wells Fargo permite a algunos clientes escanear sus ojos con sus teléfonos móviles para iniciar sesión en cuentas. Citigroup puede ayudar a verificar a 800 mil de sus clientes de tarjetas de crédito por sus voces. USAA, que proporciona servicios bancarios y de seguros a miembros del ejército y sus familias, identifica a algunos de sus clientes a través de sus contornos faciales”, explica.

Es que, en la gran banca internacional, el aumento de las vulneraciones de seguridad va de la mano con el incremento de los estándares para evitarlos.

Y el más alto conocido hasta hoy es la biometría facial, que en nuestro país, e-certchile una de las empresas ligadas a la Cámara de Comercio de Santiago, lanzó una solución que permite que esta tecnología se implemente en empresas nacionales.

De hecho, dicen, esta es una solución de estándar internacional que ellos mismos implementan y respaldan de principio a fin, e incluso permite generar sistemas de archivos en custodia con altos niveles de seguridad.

Es lo que se conoce como firma bioelectrónica, y permite dar una seguridad de primer mundo a todo tipo de operaciones: desde firmas de contratos hasta transacciones bancarias o solicitud de productos. Y todo de manera remota.

“Hoy podemos firmar cualquier documento o autorizar cualquier transacción de manera remota y con los niveles más altos de seguridad, sin gastar grandes cantidades de energía, de manera barata y con certificados que requieren de un 95% menos de capacidad de almacenamiento que tecnologías de estándar similar”, dice Andreas Wiechert von Navay, gerente General de e-certchile.